En un año cada vez más difícil en términos de ciberseguridad, es fundamental entender y ser conscientes de nuestra huella digital en internet. La protección de los datos personales debe ser un asunto prioritario para todos los usuarios, ya que, tan solo el año pasado, alrededor de 5 millones de cuentas fueron vulneradas.
En este contexto, México se destaca como el tercer país en el mundo con mayor robo de información, asegura Javier Martínez Cruz, Comisionado del Instituto de Transparencias, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de México Municipios.
La huella digital se asocia a los registros y rastros que dejamos cuando utilizamos la web. Aunque la mayoría de los casos, estos registros son beneficiosos para el usuario, también pueden ser perjudiciales si no se manejan adecuadamente. Por eso, hoy te hablaremos de la importancia de comprender los riesgos y aprender a proteger nuestra huella digital.
¿Qué es la huella digital y por qué es importante?
La huella digital es el conjunto de información que dejamos en internet a través de nuestras actividades en línea.
Cuando visitas un sitio web, este recopila información sobre ti mediante la instalación de cookies en tu teléfono, tableta o navegador de computadora. Esta información incluye tu dirección IP, tus datos de inicio de sesión y cualquier otra cosa sobre ti que reveles o se publique sobre ti. Estos registros representan información sobre nosotros que puede servir a terceros para ganar dinero o conocer nuestras preferencias y vender mejor sus productos.
La importancia de la huella digital radica entonces en el impacto que tiene en nuestra seguridad y privacidad. Cada vez que navegamos por internet, dejamos una huella que puede ser rastreada y utilizada para diversos fines. Desde el robo de identidad hasta el uso indebido de nuestros datos personales, los riesgos son reales y deben ser tomados en cuenta.
Huella digital vs. identidad digital
Si bien el término es similar al de identidad digital, no son lo mismo. De hecho, con la definición de huella digital viene el elemento que la acompaña: la identidad digital. Como ya te dijimos antes, la huella digital tiene que ver con la información que dejas con tu actividad en internet.
Mientras tanto, la identidad digital es más bien la marca personal, un “yo” que interactúa en la red con un seudónimo para que los demás nos ubiquen. De esta manera, entra en juego nuestros deseos de cómo queremos ser percibidos por los demás y lo que queremos que vean de nosotros.
Tipos de huella digital
Existen entonces dos tipos principales de huella digital. La diferencia principal está en el rol que cumplimos los usuarios al dejar «rastros» de nuestra actividad en la web. Es decir, si entregamos esa información de forma consciente o no tenemos conocimiento de lo que sucederá con nuestros datos. Vamos a ver cada una de ellas.
Huellas digitales activas
Las huellas digitales activas ocurren cuando compartimos deliberadamente información sobre nosotros mismos. Por ejemplo, al participar en sitios de redes sociales, publicar contenido o completar formularios en línea.
Cualquier actividad en la que utilizas tu nombre de usuario o perfil registrado forma parte de la huella digital activa. También incluye aceptar cookies en nuestro navegador o suscribirte a boletines informativos.
Huellas digitales pasivas
Por otro lado, las huellas digitales pasivas se generan cuando se recopila información sobre nosotros, sin nuestro conocimiento. Esto ocurre, por ejemplo, cuando los sitios web registran cuántas veces te visitan, tu dirección IP y otros datos de navegación.
Las redes sociales y los anunciantes también recopilan información sobre nuestras interacciones, como los “me gusta”, los comentarios y las veces que compartes contenido.
Ejemplos de huella digital
Nuestra huella digital se compone de diversos aspectos de nuestra vida en línea. Algunos ejemplos que podemos encontrar de nuestra actividad diaria son los siguientes:
- Compras en línea: Al realizar compras en sitios web de comercio electrónico, registrarse en cuentas, descargar aplicaciones y suscribirse a boletines informativos.
- Banca en línea: Si sueles utilizar aplicaciones de banca móvil, compras o vendes acciones, suscribirte a blogs financieros y abrir cuentas de tarjetas de crédito.
- Redes sociales: Al navegar en tus redes sociales, iniciar sesión en otros sitios web utilizando nuestras credenciales de redes sociales, conectarse con amigos y compartir información y fotos.
- Leer noticias: Suscribirte a fuentes de noticias en línea, leer artículos en aplicaciones de noticias y compartir información que hayas leído.
- Salud y ejercicios: Contar con rastreadores deportivos, aplicaciones de atención médica y suscribirte a blogs de salud y fitness.
Qué puede ocurrir si dejamos rastros de nuestra huella digital
Ya es bien sabido que las empresas usan los datos de nuestras huellas digitales para crear “perfiles” de usuarios. El fin último es vender estos datos a otras empresas como potenciales consumidores de sus productos, en tanto coincidan con sus propias fuentes de datos.
Sin embargo, existen personas y entidades con otras intenciones de dañar nuestra identidad digital, estafar o robar información. Por eso, es importante conocer las amenazas que pueden surgir cuando dejamos rastros de nuestra huella digital en internet.
Algunas de estas principales amenazas incluyen:
Suplantación de la identidad
Según la plataforma Binaria ID, cada hora, 1.6 millones de dispositivos y personas son blanco ataques por robo de identidad. Y la pérdida monetaria de estos delitos suma unos 5 mil mdd al año. Al dejar rastros de nuestra huella digital en internet, cualquier persona con acceso puede usar tus fotos y datos personales para crear perfiles falsos en redes sociales.
Esto puede perjudicarte no solo a ti, sino también a tus contactos, ya que al ponerse en contacto con otras personas, pueden acceder a datos que no deberían. Incluso, pueden hacerse pasar por ti para pedir dinero o información de valor. Este tipo de amenaza es más común entre usuarios personales, más que en el ámbito empresarial.
Fuga de datos
La filtración de información confidencial puede dañar la imagen y el prestigio de una empresa o individuo, poniendo en riesgo su seguridad. Generalmente, quien realiza esta fuga de datos tiene como objetivo dañar la imagen y prestigio de una empresa. O en el caso de una personalidad, aportar información confidencial y/o sensible que pueda perjudicar su relación con los demás.
Ataques de denegación de servicio (DDoS)
Los ataques de denegación de servicio, también llamados DDoS, son producto de las diversas vulnerabilidades que rodean al internet. En este caso, el malware o programa malicioso infecta a tu computadora para realizar (palabra repetida) ataques contra el servidor hasta saturarle, sin que el usuario pueda darse cuenta de esta dañina acción.
Este tipo de ataques es cada vez más común y las huellas digitales que dejamos pueden propagar el malware de forma más rápida entre los servidores. De hecho, según un informe de Forbes, hay más de 20 programas maliciosos que están tomando relevancia en el ciberespacio, los cuales han generado más de 103 millones de infecciones en México.
De esta manera, si los servidores de una empresa son utilizados en un ciberataque de este tipo, su reputación puede verse gravemente afectada. Esto le ha ocurrido a varias empresas a lo largo de los años, y cada una ha respondido de diferentes maneras, optando por informar o no a la prensa sobre estos sucesos.
El último caso más difundido fue el ataque dirigido hacia Amazon AWS en 2020. Frente a este incidente, la empresa informó que había mitigado un ataque DDoS masivo en febrero de ese año. Según se comunicó en el informe, se generó una entrada de tráfico a 2,3 terabytes por segundo (Tbps). Sin embargo, AWS no reveló el cliente perjudicado por este atentado.
Consejos para gestionar tu huella digital
Aunque la gestión completa de nuestra huella digital puede ser un desafío, existen medidas que podemos tomar para proteger nuestros datos personales y administrar nuestra reputación en línea. Aquí te dejamos algunos consejos básicos para proteger tu huella digital:
- Verifica tu configuración de privacidad: Revisa y actualiza la configuración de privacidad en tus principales cuentas en línea para controlar quién puede acceder a tu información.
- Chequea la actividad de tu perfil y la información circula sobre ti en internet: practicar el egosurfing se considera una forma saludable en las empresas para gestionar tu identidad y huella digital.
- Comparte con precaución: Piensa dos veces antes de revelar información personal en las redes sociales, como tu ubicación o planes de viaje. Limita la cantidad de datos que compartes en línea.
- Evita redes wifi públicas: Evita divulgar datos privados cuando te encuentres en redes wifi públicas, ya que estas pueden ser inseguras y vulnerables a ataques. Pero en el caso de que tu red sea privada, puedes aprender en este artículo a ocultar tu red Wifi.
- Actúa rápidamente en caso de filtraciones: Si sospechas que tus datos pueden haber sido comprometidos en una filtración, toma medidas rápidas para protegerte, como cambiar tus contraseñas y estar atento a posibles actividades sospechosas.
- Contraseñas seguras y eliminación de cuentas inactivas: Utiliza contraseñas seguras o un administrador de contraseñas para proteger tus cuentas. Además, elimina las cuentas inactivas para minimizar tu exposición a posibles filtraciones de datos.
Conclusión
En resumen, nuestra huella digital en internet juega un papel crucial para nuestra seguridad, privacidad y reputación.
En este artículo hemos abordado la importancia ser conscientes de los riesgos que implica y tomar medidas para proteger nuestros datos personales. Con la gestión adecuada de nuestra huella digital, podemos disfrutar de los beneficios de la era digital sin comprometer nuestra privacidad.
Asegúrate de ser responsable con tus acciones en línea y de mantenerte informado sobre las mejores prácticas de seguridad cibernética. En nuestro blog encontrarás numerosos artículos sobre esta temática. Proteger nuestra huella digital es protegernos a nosotros mismos en el mundo virtual.