Muchas empresas imaginan que los riesgos del ciberespacio aplican sólo a las grandes corporaciones. Que ellos nunca van a sufrir algún que otro ataque.
Sin embargo, para los cibercriminales, el tamaño no importa. Y, en este sentido, los datos son claros: el 43% de los ciberataques van dirigidos a PYMEs, pero solo el 14% está realmente preparado para defender sus redes y datos, según un estudio de Accenture.
Por desconocimiento o falta de recursos, muchas compañías se exponen diariamente a ser víctimas de ataques cibernéticos que pueden resultar en pérdidas financieras graves, interrupciones en su operación y daños irreparables a su reputación.
Y las consecuencias de no entender y prevenir los riesgos del ciberespacio pueden ser devastadoras, superando con creces cualquier inversión en ciberseguridad.
¡Exploremos algunas de las principales amenazas a las que están expuestas las empresas y algunas medidas clave que pueden implementar para protegerse y evitar gastos mayores en el futuro!
1. Ransomware y su impacto dentro de los riesgos del ciberespacio
Si nos preguntamos cuáles son los riesgos del ciberespacio, una de las amenazas más graves es el ransomware.
Este ha aumentado drásticamente en los últimos años: el 37% de las empresas y organizaciones fueron afectadas por ransomware solamente en 2020, según Sophos.
Veamos de qué va:
La palabra «ransomware» proviene del inglés «ransom» (rescate) y «software«. Se trata de un tipo de malware que bloquea el acceso a los sistemas de una organización o cifra sus datos, y los criminales exigen un rescate (generalmente en criptomonedas) para liberarlos.
Las consecuencias de un ataque de ransomware pueden ser devastadoras. No solamente las empresas pueden perder datos críticos, sino que también pueden verse forzadas a pagar grandes sumas de dinero para recuperar el acceso a sus sistemas.
E, incluso, si se paga el rescate no hay garantía de que los atacantes cumplan con su promesa de devolver el acceso a los datos.
Riesgos del ciberespacio: cómo protegerse del ransomware
Para protegerse de esta amenaza, las empresas deben implementar políticas de seguridad robustas que incluyan copias de seguridad regulares de los datos, tanto en línea como fuera de línea.
También es esencial contar con sistemas de detección y prevención de malware actualizados y capacitar a los empleados sobre los riesgos asociados con abrir archivos adjuntos sospechosos o hacer clic en enlaces desconocidos para prevenir robos de datos.
2. Phishing: Un ataque constante entre los riesgos del ciberespacio
El phishing es otro de los riesgos del ciberespacio que afecta tanto a individuos como a empresas.
¿Qué es el phishing? este tipo de amenaza cibernética se caracteriza por el uso de correos electrónicos fraudulentos que simulan ser de fuentes confiables, como bancos o compañeros de trabajo.
El objetivo del phishing es engañar a la víctima para que proporcione información confidencial, como contraseñas o datos bancarios.
Este cibercrimen ha evolucionado y ahora también incluye variantes como el:
- Smishing: mensajes de texto fraudulentos.
- Vishing :llamadas telefónicas fraudulentas.
- Spear phishing: una técnica de phishing que se dirige específicamente a individuos dentro de una organización para obtener acceso a información sensible.
Riesgos del ciberespacio: veamos cómo combatir el phishing
Para combatir el phishing -en todas sus variantes-, las empresas se recomienda implementar las siguientes acciones:
- Implementar filtros avanzados de correos electrónicos.
- Realizar auditorías regulares de seguridad.
- Educar a los empleados para que puedan identificar correos electrónicos sospechosos.
También es fundamental que se utilicen contraseñas seguras y se implemente la autenticación de dos factores para añadir una capa adicional de seguridad en los dispositivos que se utilizan.
3. Ataques DDoS y su relevancia en los riesgos del ciberespacio
Otras amenazas conocidas son los ataques de denegación de servicio (DDoS, por sus siglas en inglés).
Los ataques DDoS son una técnica común utilizada por los cibercriminales para saturar los servidores de una empresa con una sobrecarga de tráfico. Esto provoca que los sistemas se ralenticen o incluso dejen de funcionar temporalmente.
Estos ataques suelen ser motivados por sabotaje o extorsión, y los atacantes exigen un pago para detener el ataque.
Una característica peligrosa de los ataques DDoS es que no requieren acceso directo a los sistemas de la empresa, lo que los hace difíciles de prevenir.
Las grandes empresas suelen ser el objetivo de estos ataques, pero las pymes no están exentas de riesgo. De hecho, los atacantes muchas veces se dirigen a empresas pequeñas, ya que estas tienden a tener menos recursos para defenderse.
Cómo defenderse de ataques DDos: riesgos del ciberespacio
Para mitigar el impacto de un ataque DDoS, las empresas deben utilizar soluciones de seguridad en la nube que puedan gestionar grandes volúmenes de tráfico malicioso.
También es importante que se implementen soluciones de monitoreo continuo para identificar patrones inusuales de tráfico que podrían indicar un ataque inminente.
4. Vulnerabilidades en el software: Puertas abiertas a los riesgos del ciberespacio
Otro de los riesgos del ciberespacio es cuando se encuentran vulnerabilidades en el software de una compañía.
Cualquier sistema informático es susceptible a fallos de seguridad, especialmente cuando el software no se actualiza regularmente. Los cibercriminales buscan constantemente estas vulnerabilidades para explotarlas y obtener acceso no autorizado a los sistemas de una empresa.
El uso de software obsoleto o sin soporte es uno de los factores que más contribuye a la exposición a este tipo de amenazas.
Los parches de seguridad, que son actualizaciones específicas para corregir fallos en el software, son esenciales para reducir el riesgo de ser víctima de un ataque.
Sin embargo, muchas empresas, especialmente las pymes, no actualizan sus sistemas con la frecuencia necesaria.
Riesgos del ciberespacio: cómo protegerse de las vulnerabilidades en el software
La mejor manera de protegerse de esta amenaza es implementar una política estricta de actualizaciones de software. Esto implica no sólo actualizar el software regularmente, sino también descontinuar el uso de aplicaciones que ya no reciben soporte.
Además, contar con un sistema de monitoreo que detecte y notifique sobre posibles vulnerabilidades es fundamental.
Uno de los aspectos más subestimados en la ciberseguridad es el factor humano.
Muchas veces, los cibercriminales no necesitan forzar su entrada a los sistemas de una empresa, sino que utilizan la ingeniería social para engañar a los empleados y obtener acceso a información sensible.
La ingeniería social informática se refiere a tácticas que manipulan a las personas para que revelen información confidencial. Esto puede incluir llamadas telefónicas y contactos vía redes sociales en los que el atacante se hace pasar por un proveedor o compañero de trabajo.
Incluso, algunos recurren a tácticas más complejas como hacerse pasar por el servicio técnico de una empresa para obtener acceso a las contraseñas de un sistema.
Para protegerse de la ingeniería social, es crucial que las empresas eduquen a sus equipos para que reconozcan estas tácticas y sepan cómo responder ante situaciones sospechosas.
También es recomendable implementar políticas de verificación en las que cualquier solicitud de información sensible requiera una doble confirmación antes de ser atendida.
Conclusión
Los riesgos del ciberespacio son numerosos y están en constante evolución. A medida que las empresas y los individuos dependen cada vez más de la tecnología, los cibercriminales encuentran nuevas formas de explotar las vulnerabilidades en los sistemas.
Sin embargo, mediante la implementación de buenas prácticas de ciberseguridad, como la educación del personal, la actualización regular del software y la adopción de soluciones de seguridad avanzadas, es posible reducir significativamente la probabilidad de ser víctima de un ataque.
Es crucial que todas las empresas, independientemente de su tamaño, tomen en serio estos riesgos y adopten una postura proactiva frente a la ciberseguridad.
Además, es importante cumplir con la normatividad del ciberespacio para asegurar que las prácticas de seguridad estén alineadas con las regulaciones y mejores estándares de la industria.
Los ataques cibernéticos no solo comprometen los sistemas de una empresa, sino que también pueden afectar su reputación y, en última instancia, su viabilidad financieras.